Todos llevamos en nuestro subconsciente un niño
interno que podemos ver como la parte de nosotros que juega, que es feliz, que
vive en el momento. No quiere nada, simplemente lo es. Nuestro niño interno
está libre de prejuicios y guarda la inocencia con la que todos llegamos al
mundo, pero es por eso por lo que nuestro niño interno también guarda las
heridas de nuestra infancia. Sabemos que nuestra infancia influye sobre como
reaccionamos y sobre nuestra toma de decisiones. Si queremos sanar de alguna
situación que hayamos vivido en nuestra infancia es con nuestro niño interno
que tenemos que comenzar a trabajar.
Para poder conectar con este niño interno debes
comenzar una conversación abierta y honesta:
· Háblame: En nuestra infancia es posible que nos hayan enseñado a guardar
nuestras emociones y callar cuando nos sentimos incómodos. Es clave que abramos
el foro para que nuestro niño interno pueda hablar sin miedo a represalias y
expresarse enteramente.
· No es tu culpa: Cualquier situación negativa que hayamos vivido en
nuestra infancia dónde quizá no fuimos protegidos como debíamos serlo, no fue
nuestra culpa. No somos responsables por cosas que los adultos nos hayan hecho
vivir y necesitamos asegurarle a nuestro niño interno que no es nuestra culpa.
· Lo lamento: Pídele perdón por haberlo ignorado, y haz el compromiso de
escucharlo.
· Te quiero tal y como eres: Sólo el amor te puede sanar. Acepta a tu niño
interno tal como eres. Eres suficiente tal y como eres.
Una vez hayas reconectado con tu niño interno debes honrarlo
buscando actividades que lo nutran:
· Juega como cuando eras niño- Saca tu libro de pintar, baila, conecta con
los niños interno de tus amistades organizando fiestas con juegos de mesa.
· Medita-Al meditar abres el espacio para que tu niño interno pueda
expresarse.
· Celebra cada logro-Auto-valídate celebrando cada logro que tengas en
grande.
· Descansa-Imagínate a un niño con sueño, pelean solos y tienen mal humor.
Cuida a tu niño interno durmiendo las horas que necesitas.
· Aliméntate bien-Come una dieta balanceada que te brinde energía y puedas
disfrutar de alguno que otro gustito.
Nuestro niño interno está esperando por nosotros para
que volvamos a llevarlo de la mano.
Comments
Post a Comment