De la medicina tradicional a la integral: el cambio en los médicos


Por: Dra. Laura M. Carbó


Piensa en la palabra médico.  ¿Qué imágen viene a tu mente? ¿Cómo crees que debería ser un médico? El tuyo, ¿representa eso?
Por si no lo sabías, la palabra médico proviene del latín medicus que se deriva de mederi que significa: cuidar, curar, tratar. En cambio, la palabra medicina lleva el sufijo ‘-ina’ que indica "materia del médico”, del que cuida, trata o cura, en este caso. Mederi también se asocia con la raíz indoeuropea ‘med’ - que expresa la idea de reflexionar y tomar medidas adecuadas como, por ejemplo, remedios y hasta meditar.
Entonces, puedes preguntarte: ¿qué ha pasado con el médico en estos tiempos? Entrar en detalles sobre los procesos administrativos, las aseguradoras y el sistema capitalista entre muchos de los factores que afectan la profesión de la medicina sería tema para otro escrito. Esto es una cuestión del compromiso de cada médico y consecuentemente, de cada paciente.
Por mi parte, me centro en el llamado que nos llevó a consagrar nuestra vida al servicio de la humanidad cuando juramentamos como médicos. ¿Cómo volvemos a cuidar, curar y tratar? Nosotros como clase médica necesitamos ser el ejemplo. Es alarmante ver una sociedad cada día más enferma. El sistema está dirigido a tratar la enfermedad o el "disease care" y no al tan mal llamado " health care" o cuidado a la salud. Hemos sido relativamente exitosos tratando enfermedades, controlando condiciones a largo plazo, pero no así identificando la raíz del problema. Fallamos en prevenir que sucedan. Se habla mucho de la prevención, pero aún falta mucho camino por andar para que esta sea tomada con la seriedad que merece y empecemos a dar los pasos en dirección correcta. No he visto hasta el día de hoy ni un solo estudio que muestre que una vida sedentaria y comida chatarra a largo plazo mantienen una salud óptima y una calidad de vida envidiable. Sin embargo, cambios al estilo de vida y dieta si han mostrado cambios positivos a corto, mediano y largo plazo. Necesitamos reconocer que somos seres complejos, que necesitamos balancear las relaciones personales, la espiritualidad (que no necesariamente es lo mismo que religión), vocación/carrera, las emociones y la actividad física.
A esto hay que sumarle una dieta que sea “bio-individual” porque somos seres irrepetibles. La teoría de la “bio individualidad” habla de cómo el alimento de una persona puede ser el veneno de otra basado en la edad, sexo, raza, tipo de sangre, condiciones físicas y nivel de actividad física.
En estos tiempos, reconocerte, es el primer paso hacia la salud integral. Es cierto que una pastilla es la alternativa más fácil, pero me imagino que sabes que todas tienen efectos secundarios. En cambio, ¿sabes que no tiene efectos secundarios? Comer mejor y tener una vida más activa. Esto no es tan fácil. Cierto, no lo es y más cuando se está hambriento de conocimiento en conseguir la dieta perfecta.  Hay miles de libros y productos que aseguran ser la solución y te alejan del concepto básico de qué es una dieta balanceada. Al igual que los cambios en el estilo de vida pueden ayudarte a recobrarte de muchísimas cosas. Escucha tu cuerpo, crea las paces con él. Al final, nosotros, como médicos, no hacemos nada si tú no decides comenzar a cuidarte. Eres dueño de tu salud, pero ten por seguro que ahí estaremos para darte ánimo, cuidarte y tratarte de ser necesario. En este viaje de crecimiento, conocimiento y sanación me uno a ustedes. Namaste.
Laura M. Carbó, MD, Holistic Medicine, Health Coach

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