Por: Vigimaris Nadal-Ramos, Ed.D.
En mi
experiencia, escribir es parte esencial de una rutina de bienestar que lleva a disfrutar
de una vida plena. De la misma manera en que se ejercita y alimenta el cuerpo,
escribir nutre la mente y permite canalizar emociones. Escribir nos permite
desahogarnos, conocernos, comprendernos, expresarnos, cuestionarnos y
planificarnos. Por alguna razón, creamos planes de negocio y seguimos
currículos académicos, pero obviamos crear y seguir un plan de vida.
Escribir
nos permite saber los pasos que debemos dar, identificar desvíos, celebrar
logros y hacer ajustes cuando la vida presenta imprevistos. Para escribir tu
plan de vida, comienza por identificar tus intereses, sueños, metas y
pasatiempos. Escribe sobre cómo te sientes, lo que te agrada y lo que te
enfada. Como todo plan, siempre tienes la oportunidad de modificarlo para que
mejor se acomode a tus circunstancias según pasa el tiempo.
Desde el
2013, escribo a puño y letra, todos los días, en una libreta. Lo que escribo
ahí es diferente a lo que escribo en mi blog. En mi libreta, narro acontecimientos diarios, suelto
frustraciones, cuestiono y contesto. Con el tiempo, he adoptado el pensamiento
de que tenemos todas las respuestas en nuestro interior, pero nos hace falta
escucharnos. Cuando cuestiono y contesto, lo que hago es escuchar para
identificar las respuestas. A eso le llamo “escribir con propósito”. Puedes
intentarlo al seguir estos pasos:
1.
Identifica una pregunta que te da vueltas en la cabeza.
2.
Escríbela en tu libreta.
3. Léela en
voz alta.
4. Escribe
todo lo que venga a tu mente.
5. Lee lo
que escribiste para identificar la respuesta.
Con esa
respuesta puedes ajustar tu plan de vida pues el ejercicio te da la oportunidad
de descubrirte y comprenderte.
Otro
ejercicio es —cuando leas cualquier texto— tomar notas al margen de asuntos que
llamaron tu atención, hacerte preguntas al respecto y luego contestarlas en tu
libreta. Esa es otra manera de escucharte.
Lo ideal es
incluir el ejercicio de escribir como parte de la rutina matutina, antes de
atender el primer asunto del día, pero hazlo en el momento en que más cómodo se
te haga. En el momento, te servirá de desahogo; a largo plazo, te permitirá
comprender experiencias y ver el camino recorrido. Lo que antes era un
problema, cuando lo relees se convierte en una enseñanza.
Tus
escritos también pueden servirte de inspiración. De tu libreta, pueden salir
ideas para artículos de tu blog, para un libro o para tu plan de vida. Con el
tiempo verás que así vas construyendo tu vida: una palabra a la vez.
Vigimaris Nadal-Ramos es editora y dueña de Editorial Narra, Inc., traductora, profesora,
empresaria, bloguera y doctora en educación. Su misión es ser herramienta para
que alcances tu sueño de escribir y publicar un libro.
Comments
Post a Comment