Por: Laura Raquel/Team Veroshk
En el camino para
el bienestar propio, debemos asegurarnos que nuestras relaciones estén en
orden; entre las más importantes son las relaciones con nuestros familiares y,
de tenerlos, nuestros hermanos. En relación a otras figuras en nuestras vidas
los hermanos caen entre nuestros padres y nuestros amigos. Un lugar especial
dónde podemos compartir secretos y vivencias únicas como lo hacemos con
nuestros amigos, pero con la ventaja de que ellos comparten la misma crianza y
entenderán, sin necesidad de mucha explicación, por qué actuamos como lo
hacemos.
Las relaciones de
hermanos pueden ser las más gratificantes y las más frustrantes que llevemos en
nuestras vidas; a veces llegan a ser ambas cosas a la vez. Pero seguramente
serán interesantes y tienen un valor para nuestro bienestar que pocas cosas
pueden reemplazar. Para muchos, las relaciones de hermanos son aquellas con la
más longevidad que se tienen en la vida y es por esto que debemos asegurarnos
de mantener relaciones saludables e intentar sobrepasar los factores que pueden
separarnos.
Existen varios
factores que pueden afectar como nos relacionamos con nuestros hermanos; edad,
género, personalidad entre otros. En nuestra niñez nuestros padres son responsables
de fomentar unos fuertes lazos entre hermanos, pero ya en la adultez es nuestra
responsabilidad asegurarnos de sentirnos a gusto con nuestros hermanos. Abajo
unos consejos para lograrlo:
- Establecer límites saludables-que nuestras relaciones con nuestros hermanos sean igualitarias, dónde ambas partes pongan el mismo empeño.
- Apoyar a nuestros hermanos en sus metas-ser los cheerleaders de preferencia para nuestros hermanos.
- Estar presentes-no sólo en eventos tradicionales, sino en actividades que sean importantes para nuestros hermanos.
- Mantener comunicación constante-Así sea a través de mensajes de texto o emails, mantener ese vínculo nos ayudará a saber lo que está pasando en la vida de nuestros hermanos.
- Buscar terreno común-Sea un programa de Netflix, un libro, un deporte o un grupo musical; compartir algo con nuestros hermanos lo hará más especial disfrutarlo juntos.
- Seguir tratándolo-A menudo no nos funciona de primera instancia tener la relación que queremos con nuestros hermanos. Tal vez el tan deseado click nos evade. Pero si persistimos y continuamos activamente intentando buscar una mejor relación la conseguiremos.
Los hijos únicos
no están exentos de este tipo de relaciones, en ocasiones se pueden manifestar
con primos o hasta amistades de la escuela de muchos años. Debemos recordar que
en muchas ocasiones la familia que nosotros creamos es igual de importante que
las que nos da la vida.
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