Por: Dra. Veroshk Williams
Con todo el ruido que se recibe a diario,
hay momentos en los que la intensidad emocional se desborda y hace que se
necesite sacar un espacio para recibir alivio. Por lo general, se hace lo opuesto.
Se evita buscar el espacio de conexión con uno mismo lo que llega hasta crear
desespero, agonía, angustia, mayor confusión y desesperanza.
Es cuando ya no se puede más que en muchas
ocasiones se toma la decisión de que hay que soltarlo todo e irse a alguna
parte para estar en silencio. Ahí viene la idea del retiro de silencio. Si se materializa
esa idea es maravilloso pues lo que se recibe es lo que les comparto al final
de este escrito.
Quiero compartirles mi visión sobre la
necesidad de integrar la practica del retiro como parte fundamental de la vida…
El retiro de silencio no solo debe ser
utilizado como una herramienta de rescate cuando ya se ha tocado fondo. Por el
contrario, se puede integrar como una herramienta de prevención para el bienestar.
Al menos una ves al año se puede sacar el tiempo para hacerlo. La diferencia en
tu sentido de bienestar la experimentarás desde el primero que hagas. Es
inimaginable lo que lograrás con más de uno.
Hay varias maneras de hacer un retiro de
silencio:
- Escoge un día (24 horas o más) de silencio en tu casa (este puede ser el más retante por lo que es fácil romper la regla del silencio).
- Busca un retiro de silencio que sea guiado por algún profesional o guía espiritual (1,3 ó 7 días para empezar).
- Retirarte en un lugar donde puedas hacer silencio o este diseñado para ello, aunque no tengas guía de nadie (los días que entiendas necesites).
Indiferentemente de cómo se haga el retiro
de silencio, es importante prepararse para poder hacerlo. Al menos desde la
semana antes del retiro se debe comenzar a bajar revoluciones. La agenda
personal y de trabajo debe tener menos compromisos, la dieta debe ser más saludable,
hay que procurar dormir más y hacer todo lo que estimule la relajación. Como
parte esencial de los preparativos se pueden recibir masajes terapéuticos,
terapias de reiki, craneosacral, aromatouch y cualquier terapia que fomente la relajación
de la tensión muscular. Además, puedes mantener tu cuerpo en movimiento con
actividad física sutil como yoga gentil, pilates, tai chi o simplemente
caminatas.
A nivel psicológico, puedes también prepararte
para el retiro. Se comienza delimitando la intención para el retiro. ¿Qué es lo
que ambicionas obtener? ¿Qué quieres contestarte? ¿Qué quieres aclarar y/o
sentir? Busca la respuesta específica, aunque tome días averiguarla. Una vez lo
tengas claro, selecciona la lectura o el libro que quieras explorar durante el
retiro. Consigue una libreta especial para el mismo. Déjate llevar por lo que
pide el espíritu y utilízalo como parte de la preparación.
Una vez se acerque la fecha asegura que
tienes todo lo esencial para sobrellevar los días del retiro con las
comodidades necesarias para no tener que romper el silencio. Identifica quien será
la persona que pueda brindarte apoyo si lo necesitas (por aquello de que te
sientas segura al sumergirte en el silencio).
Una vez allí, disfruta el tiempo para ti. En
momentos el espíritu solo necesita un espacio para estar y ser.
Te comento que algunos de los beneficios
que he encontrado en torno al retiro de silencio son los siguientes:
- Conectar con quien soy yo.
- Escuchar la voz interior.
- Aclarar pensamientos.
- Aceptar lo que se siente.
- Procesar sentimientos y emociones.
- Aceptación de la soledad.
- Trascender situaciones difíciles.
- Manejo de duelo.
- Apoderamiento de la fortaleza interna.
- Bálsamo para el alma.
Comments
Post a Comment