Por Milagros Pérez-Pietri
Medicamentos de venta libre,
llamados OTC (over the counter), son
convenientes pues ayudan a aliviar síntomas que aparecen inesperadamente.
Generalmente su uso es seguro si se utilizan siguiendo las instrucciones y
solicitando orientación profesional si se tiene duda. Son de beneficio en lo
que se visita al médico, se diagnostica la condición y se ordena un
tratamiento. Si los síntomas continúan, no debe retrasarse la consulta médica.
Generalmente se piensa que los
medicamentos OTC son inofensivos por
el hecho que se pueden comprar sin receta médica. Sin embargo, el mal uso y
abuso de estos medicamentos ha sido
reconocido como un problema internacional que está causando preocupación. Uno
de los riesgos es utilizar continuamente medicamentos OTC para síntomas que se repiten y aplazar el diagnóstico adecuado
de un médico. Ejemplo de ello es el exceso de uso continuo y extendido de medicamentos OTC para síntomas de malestar en el sistema gastrointestinal sin
atenderse con un gastroenterólogo. Un diagnóstico tardío puede tener
consecuencias lamentables.
Utilizar un medicamento OTC sin chequear si interactúa con otros
medicamentos recetados u otros medicamentos OTC
y suplementos que la persona esté utilizando, es otro riesgo que puede conllevar
eventos desventurados. Ejemplo: Tylenol® (acetaminofén) - medicamento utilizado
con frecuencia. Es posible que la persona desconozca que Midol® (utilizado para
dolor menstrual), Excedrin® (utilizado para dolor de cabeza) y otros, también
tienen acetaminofén. Puede exceder la dosis adecuada del acetaminofén al
utilizar varios medicamentos que tienen el mismo ingrediente. Utilizado
frecuentemente en dosis excesivas puede causar daño hepático. Es bueno distinguir que todos estos medicamentos
son útiles y seguros; el peligro está en no conocer que tienen un mismo
ingrediente.
No entender las instrucciones
ofrecidas en las etiquetas de los medicamentos OTC es otro conflicto. Los medicamentos OTC se venden en farmacias , al igual que en otros establecimientos
donde no está disponible un farmacéutico para orientar. Utilizando, nuevamente,
el acetaminofén como ejemplo – algunos medicamentos que tienen este
ingrediente, no escriben la palabra “acetaminofén”,
sino que escriben APAP. Ejemplo: una persona compra en un colmado un
medicamento OTC para calmar síntomas
de catarro, lee APAP, no sabe que significa
acetaminofén y no está disponible un profesional de salud para
preguntarle. Lleva algún tiempo
utilizando Tylenol® para dolor de cabeza. Usa ambas por varios días en lo que
siente mejoría. Este ejemplo es parecido al anterior donde, al no entender lo
que significaba APAP, la persona se arriesgó a utilizar una dosis excesiva que
puede ser dañina.
Hay otras precauciones: el consumo
de alcohol, ingerir algunos alimentos, administrarlo con estómago lleno o
vacío. Y así…muchas otras cautelas. Los medicamentos OTC son ventajosos solo si
se siguen las siguientes instrucciones: Utilízalos conscientemente, no excedas
el tiempo. Lee cuidadosamente cuales son los ingredientes y chequea que no
interactúen con otros medicamentos. Sigue las instrucciones con responsabilidad.
Busca orientación. Después de todo…tu salud y bienestar son los que se
afectarían con un mal uso de medicamentos de venta libre.
Por: Milagros Pérez-Pietri, farmacéutica y escritora
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