Por: Anónimo
Me senté a diseñar lo que sería mi nueva vida. No era lo que quería, pero no había opción. Mis hijos dependían y dependen de mí. Entonces, y quizás por primera vez en la vida, podía escoger como quería vivir, no que la vida me dijera qué hacer. Comencé a ver que había algo positivo en todo este tsunami.
Y empecé por mi salud y mi espiritualidad. Cómo conectarme con aquello que me daría paz. Sin un centavo para poder darme lujos, escoger gimnasios, masajes o cualquier otro gustazo, me dedique a salir todos los días a caminar y correr. No era negociable; nada, lo impediría. Me levantaba temprano, mis tennis, mis audífonos, y mi teléfono, de este momento en lo adelante, eran mis socios, en mi club del correr. Me di cuenta que mas allá de correr por la parte física, deje correr mi mente, con pensamientos positivos, liberadores, llenos de esperanza. Looking forward to my new life….
Y en mi diario le escribí a él lo siguiente:
"Decirte que te espero es una mentir, una mentira que solo me dolerá a mi. ¿Vivir dia a dia? Sí. ¿Quizás, quién sabe?
Pero…la realidad es como dices: "we are moving on" y todos los pasos indican que se cumplirá tu deseo de libertad y que en la ecuación de esta familia ya no estarás.
Tengo que buscar nuevos sueños para el futuro, los que tenía te incluían a ti. ¡Tremenda Vaina!... Tengo que tejer esperanzas nuevas, las que tejimos se desbarataron. Tengo que reformular mi futuro, y sabes algo; voy a estar bien, super bien…Dios sabe lo que ha logrado en mi en toda esta tormenta y se resume a una paz profunda de haber hecho lo que tenía que hacer, de haber dado lo que tenía que dar."
Ya sentía una transformación en actitud, de entender, de gran ilusión. No tan solo, estaba en forma, sino que mi mente y mi corazón comenzaron a sentirse "fit" también."
Busqué alimentarme de la manera más sana posible, ¡eso también me ayudó!
Busqué conectarme con lo espiritual, y logré el combo perfecto: mente sana, cuerpo sano.
"A mi no, a mi dentro de este proceso, he visto como perdí cosas de mí que hace años ya no estaban presente, sigo muy triste y lloro todos los días.
El caminar se me ha hecho pesado, pero sigo caminando. Las noches eternas, pero llega el día. El pensar, lleno de tedio, sensaciones y dolor, pero sigo pensando. Las lágrimas descontroladas, pero paran, me reconpongo y sigo."
La palabra divorcio, que muchas veces usé en discusiones me dá nauseas, me retuerce el tuétano, me jamaquea el corazón, me aplasta el cerebro- la escucho y me pongo BRUTA. La escucho y sudo, lloro, y pierdo 1 libra más de peso. La palabra divorcio es un cuchillo que me clava el alma. ¿Y dónde esta Dios? Si, me lo he preguntado: Dios?
Esta aquí, me mandó a decir que estaba sufriendo por mi. Y me dijo: ¿Es que no me ves? Y… no, no lo veo todavía con claridad; veo destellos de Su presencia, pero no lo veo todavía. A la misma vez, lo veo en la cara de nuestros hijos, lo veo porque han pasado ya varios meses y sigo viva!!!
Porque cada día es distinto al otro, porque respiro.
Y si, Dios estaba conmigo, sigue conmigo y que no se atreva a dejarme!!!
¿Sabes? Verás, la luz, si y yo la comencé a ver…. Cuánta ilusión me espera. Cuánta ilusión debemos buscar en cada amanecer. Es así, y solo así que la transformación será efectiva. Busquemos el futuro, te aseguro que será mejor que el presente.
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