Para un mejor futuro...




Nuestra vida está cargada de símbolos y últimamente he estado más alerta a un símbolo africano que tiene mucha presencia en el diseño y en la arquitectura puertorriqueña. Se trata del símbolo adinkra del Sankofa. Este símbolo está plasmado en dos diseños; uno como un ave con su cuerpo hacia el frente y mirando hacia atrás, mientras el otro es en forma de corazón con dos espirales que se encuentran en el centro y en la parte de abajo.

El Sankofa se encuentra en muchas de las rejas de Puerto Rico. Luego de leer este artículo lo verás en todas partes y es la gran muestra de cómo en tanto ámbitos de nuestra vida está presente y viva nuestra herencia africana.

Sankofa significa: ve al pasado y toma lo que te pertenece. Está asociado al proverbio que dice: no está mal regresar al pasado por lo que has olvidado…

Muchas veces hacemos cosas y sabemos de asuntos sin una idea de donde sale ese conocimiento, pero es que poseemos una memoria celular que nos  llega por línea genética y ancestral.  Este encuentro constante con el Sankofa me conecta con experiencias recientes que me han permitido una conexión con la sabiduría de mis abuelas y los mayores de mi familia, desde la partería, remedios caseros hasta querer investigar de donde son mis ancestras y mi descendencia. Aquí comparto algunas ideas para que podamos ser como el Sankofa:

1.     Hazte tu prueba y análisis genético.
2.     Visita páginas de internet que contengan información de tus familiares.
3.     Ve a actividades de genealogía, compra libros y realiza búsqueda en internet sobre tus apellidos.
4.     Intégrate a colectivos que estén discutiendo estos temas
5.     Busca más información sobre remedios caseros, pregúntale a los mayores y grábalos o escribe sus remedios.
6.     Curiosea. Pregunta a tus demás familiares, quizás tienen más información y no lo sabes.

Siempre hablamos del futuro pero tenemos mucha historia que nos han negado. Nos corresponde retomar lo que es nuestro y solo mirando al pasado podremos tener un futuro en dignidad y plenitud. 


Por Gloriann Sacha Antonetty-Lebrón, escritora y creadora de la Revista étnica.


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